miércoles, 28 de enero de 2015

VERANO

Créame, en el transcurso de los años he pensado mucho en Jhon y su manera de ser. Lo que sigue se lo voy a decir con la debida consideración y espero que sin animadversión. Porque, como he dicho, Jhon era importante para mi. Me enseñó mucho. Fue un amigo que siguió siéndolo después de que rompiera con el. Cuando me sentía baja de moral siempre podía confiar en él para que bromeara conmigo y me animara. Cierta vez me llevó a unas altura eróticas inesperadas, una sola vez, ¡ay!, pero lo cierto es que Jhon no estaba hecho para el amor, no estaba construido de esa manera, no estaba construido para encajar en otro ser o para que otro ser encajara en él. Como una esfera. Como una bola de cristal. No había manera de conectar con él. Tal es mi conclusión, mi conclusión madurada.
Y puede que esto no sea ninguna sorpresa para usted. Probablemente piensa que lo mismo les sucede a los artistas en general, a los artistas masculinos, que no están hechos para lo que llamo amor; que no pueden entregarse del todo, o no están dispuestos a hacerlo, por la sencilla razón de que tienen una esencia secreta que han de preservar por el bien de su arte.
¿No es cierto? ¿Es eso lo que piensa?


lápiz e hilo sobre papel

No hay comentarios:

Publicar un comentario