El gran cansancio de la existencia no es mas, tal vez, que el enorrme trabajo que nos tomamos para ser razonables durante veinte, cuarenta años y mas, para no ser simple y profundamente uno mismo, es decir: inmundo, atroz, y absurdo.
Una pesadilla, tener que presentar desde la mañana hasta la noche un superhombre, como un pequeño ideal universal, al subhombre claudicante que se nos ha dado.
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