sábado, 7 de julio de 2012

Decálogo

IGraba en tu espíritu que la poesía es solo una. Lo contrario a la poesía es la especialización
profesional. Antes de comenzar a rodar una película, escribe un poema, pinta un cuadro, haz
un collage, escribe un relato, un ensayo, etc. Porque solo alimentando la universalidad de los medios
de expresión tendrás la garantía de realizar una buena película.

II. Sé un completo sumiso de tus obsesiones. Tus obsesiones son, con mucho, lo mejor que posees.
Son reliquias de la infancia. Y es de las profundidades de la infancia de donde proceden los mayores
tesoros. Es preciso dejar siempre la puerta abierta a lo que viene de fuera. No se trata de recuerdos
sino de sentimientos. No se trata de lo consciente sino de lo inconsciente. Deja que este río subterráneo corra por ti libremente. Concéntrate en él y relájate al máximo. Cuando ruedes una película debes
"sumergirte en lo interior" veinticuatro horas al día. En semejante estado, todas tus obsesiones, toda tu infancia se instalarán en la película sin que seas consciente de ello. De esta manera la película será un triunfo de lo que proviene de la infancia.
Este es el objetivo.




Lápiz y acrílico sobre papel.



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