Todos, los de este y los de el otro lado del mar, propenden
a acentuar las diferencias y a desintegrar el idioma.
Recuerdo a este propósito que a Roberto Arlt
le echaron en cara su desconocimiento del lunfardo y que replicó:
"Me he criado en Villa Luro, entre gente pobre y malevos, y realmente
no he tenido tiempo de estudiar esas cosas".
El lunfardo, de hecho, es una broma literaria inventada por saineteros
y por compositores de tangos y los orilleros lo ignoran, salvo cuando
los discos del fonografo los han adoctrinado.
oleo sobre tabla |
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